(y pasar de las apps de delivery)
¡Grrrrrrr!, llega esa hora del día en la que te empieza a rugir el estómago. ¡Qué hambre! Es el momento de comer algo antes de seguir trabajando pero tu nevera deja un poco que desear… así que tiras de móvil, abres las apps de comida a domicilio ¡y listo!
¡Espera! ¿Estás seguro de que usas las mejores apps de delivery ¿Y si te retamos a que pidas directamente a restaurantes y beneficiarte?
Te lo contamos.
Bye-bye plataformas de siempre
Son fáciles de usar, las conoces y es un clic. De acuerdo. Watson también tiene todo eso al pedir directamente a tu local favorito, y más de un extra que te va a gustar.
1.Cuidamos tu bolsillo: pedir comida a domicilio de tu restaurante favorito te beneficia y, no, nos referimos simplemente a tener “descuentos Glovo” o “descuentos Uber Eats”. Aquí el ahorro también lo generas tú.
¿Por qué? ¿Cómo?
Como sabes, muchas plataformas para pedir comida a domicilio cobran comisiones abusivas a los restaurantes. Sí, como lo lees. Tu restaurante de comida casera favorita, ese italiano que tanto te gusta o tu delivery de pizza de cada viernes, puede llegar a pagar entre un 30-40% de comisión a esas plataformas cada vez que haces un pedido. Suena injusto, ¿no?
¿Y esto en qué afecta exactamente a tu bolsillo?
2.El bolsillo se resiente: como cliente estás pagando una parte de esos costes abusivos. El restaurante también. Consecuencia: los precios de su carta no pueden bajar – a veces incluso, tienen que subir – y los pedidos de comida dejan de ser rentables.
Siguiente consecuencia: a ti, que tanto te gusta esa hamburguesa con bacon crujiente y patatas recién hechas, no pueden hacerte una oferta como te mereces porque los números no dan. Nos proponemos lo opuesto al garantizarte a ti como usuario y al local, las comisiones más bajas del mercado cada vez que pidas a domicilio. En definitiva, pagar un precio justo al pedir tu comida directamente al restaurante. ¿No crees que debería ser siempre así?

Si aún no estás 100% convencido, sigue leyendo. Hay más motivos:
3.La maldición del código postal: después de estar un buen rato cavilando sobre qué te está pidiendo el cuerpo, por fin has decidido lo que quieres comer. ¡Perfecto! Clicas, seleccionas y… el delivery de comida no llega hasta tu casa. Esos 3 kilómetros de radio de entrega de algunas plataformas te impiden disfrutar de tu momento foodie. ¡Oh no!
Con un servicio de delivery propio y personalizable para los restaurantes, éstos pueden ampliar su radio de entrega de comida hasta los 10 kilómetros de distancia. ¿Te va gustando más eh?

4.El repartidor no se mueve: has pedido y ahora es el turno de una espera en la que cada minuto miras la pantalla de seguimiento de tu pedido. ¡Lógico, te mueres de hambre! De pronto, el repartidor deja de moverse, llamas porque quieres saber qué ha ocurrido con tu cena. Nadie responde y pasada una hora recibes un email de disculpa (y quizás alguna compensación simbólica) porque tu pedido no ha llegado.
En nuestra filosofía queremos beneficiar al restaurante en todos los sentidos. Si algo no sale como debería, tienes el derecho como cliente de poder recibir una justificación de tú a tú con un servicio de atención personalizada. Por eso si pides directamente a los restaurantes siempre tendrás a tu disposición el teléfono del local para que gestionen directamente tu incidencia.
¿Quién sabe quién soy?
¡Tranqui, no es una pregunta trascendental! Es una cuestión práctica. En un clic has aceptado Términos y Condiciones y la Ley de Privacidad que no tienes tiempo (ni ganas) para leer. Pero ¿quién tiene tus datos cuando pides comida a domicilio? ¿Solo las plataformas? Entonces ¿por qué te llegan emails o SMS de otras empresas? La venta de datos a terceros -tu nombre y apellidos, email, teléfono, dirección… – es algo habitual entre empresas grandes.

Defendemos que esa información puedas cederla exactamente a los locales y restaurantes que tú decidas. A tu italiano favorito, a la pizzería de los viernes o al local de comida casera que te salva a diario. A esos, sí les permites que te “conozcan” un poco más e incluso, que puedan hacerte una promoción personalizada. Adiós descuentos de Uber Eats, ¡me quedo con Watson!
La guinda del pastel
El bolsillo cuenta y mucho, lo sabemos pero también las ideas y los valores. Si estás de acuerdo con los hechos que te hemos expuesto, entonces compartes nuestra filosofía. Eres de los nuestros si quieres menos comisiones, más márgenes para ti y para el restaurante, más control sobre tus datos y la misma facilidad de siempre para comer rico. ¡Elemental!